El 16 de julio se llevarán a cabo las PASO en Santa Fe, donde el peronismo definirá las candidaturas para buscar la sucesión del actual gobernador Omar Perotti. Leandro Busatto, diputado provincial y referente del precandidato a vicepresidente Agustín Rossi, es uno de los cuatro contendientes. Competirá en frente peronista llamado “Juntos Avanzaremos” con el senador nacional Marcelo Lewandowski (apoyado por Perotti), Marcos Cleri (La Cámpora), Eduardo Toniolli (Movimiento Evita). ”Es un peronismo que está empezando a generar los liderazgos de los próximos 10 años”, menciona.

P.: ¿Y cómo viene la interna dentro del peronismo?

L.B.: Ha sido saludable, ha buscado movilizar a los sectores de los que formamos parte de la vida interna del justicialismo. Tiene características pacíficas y hemos podido expresar un recambio generacional. Estamos empezando a generar los liderazgos de los próximos 10 años. Probablemente no sea un peronismo con nombres rutilantes, sino más bien un peronismo que se está construyendo.

P.: ¿Cómo lo están viendo la interna en el frente opositor?

L.B.: Viene violenta, me parece que la carencia de ideas termina en agravios personales, en descalificaciones graves. Por otro lado, me parece que es la herramienta típica de Junto por el Cambio. Nosotros hemos elegido un camino diferente, que es proponer.

P.: ¿Cómo está la relación de su sector con Perotti?

L.B.: Es distante. Nosotros nos hacemos cargo de haber acompañado el regreso del peronismo a Santa Fe de la mano de Perotti. Entendimos en 2019 que la gente que no quería más un gobierno como el de Macri y tampoco quería en Santa Fe un gobierno que había fracasado con la seguridad como el gobierno del Frente Progresista. Después el gobernador intentó construir un peronismo chiquito, a imagen y semejanza de él. Él renunció también a conducir el conjunto del peronismo.

P.: ¿Y en este cierre de listas también se expresa?

L.B.: Sí, pero se expresa en general, no solamente con nosotros. Hay cuatro precandidatos a gobernadores. Lewandowski es el candidato oficial y Cleri lleva a la vicegobernadora como diputada, por lo cual tienen ahí un enjambre de relaciones políticas, pero nadie se asume naturalmente como el candidato del gobernador. De hecho, Lewandowski trata de hablar de otras cosas porque probablemente tampoco se sienta cómodo ahí.

P.: ¿Y por qué cree que buscan despegarse?

L.B.: Sobre todo por dos temas sensibles. Uno es la seguridad. Este gobierno arrancó con un conjunto de ideas buenas, intentó una gestión diferente. Fracasó en las formas y eso lo hizo trastabillar en el fondo. A partir de ahí, dobló la dirección con la salida de Saín. Reforzó la idea de la policía gobernando la seguridad. Y, lo segundo, es que ha sido un gobierno poco peronista respecto a la distribución del ingreso.

P.: ¿Hubo un intento de imitar el modelo de Schiaretti en Córdoba, de un peronismo de poco contacto con la Casa Rosada?

L.B.: Sí. Eso fracasó en todas las provincias. No hay peronismos comarcales que puedan subsistir a los proyectos nacionales. No vas a ganar la Argentina si a las provincias le va mal. Y tampoco vas a ganar tu provincia si a la Argentina le va mal. Hay que volver a reconstruir un peronismo federal, un proyecto nacional que salga de la General Paz. Que los dirigentes de las provincias tengan la responsabilidad de que su fracaso o su éxito esté directamente ligado al éxito o al fracaso del país.

P.: Hablaba de seguridad, ¿cuál es la propuesta?

L.B.: Esta idea liviana de algunos dirigentes de mi provincia de que es un delito federal y que tiene que hacerse cargo la Nación, es huir de la responsabilidad. Tráfico de drogas y consumo hay en todo el país. Lo que no hay en ningún lado es el nivel de violencia con el que el fenómeno se ha presentado en Rosario. Hace 15 años que la política intenta los mismos métodos y obtiene los mismos resultados. Hay que acordar un gran pacto democrático, social y político para abordar cuatro ejes concretos de reforma: de las leyes de seguridad, de la policía, del sistema judicial y un plan quinquenal de inversión en cultura, educación y deporte. La reforma normativa tiene que ver con actualizar las leyes. Nosotros no tenemos una ley marco de seguridad pública como la que tiene Buenos Aires, Mendoza o Córdoba. La ley de la policía es del año 75, la del servicio penitenciario del año 78 y no tenemos participación de los intendentes. Ni el intendente de Rosario ni el de Santa Fe participan en el dispositivo de seguridad. La segunda es una reforma policial propiamente dicha. Tenemos una policía que está deteriorada, deslegitimada en la sociedad, con malos salarios, sin equipamiento y con poca vocación. La tercera es la cuestión judicial. Tenemos una justicia mercantilizada. Si tenés buen abogado y plata, pasás por un tribunal; si no, pasás por otro tribunal. Y la última es un plan quinquenal. Santa Fe tiene que invertir en educación, en cultura y en deporte. Hay 5.200 establecimientos educativos en Santa Fe. Yo propongo arreglar 1.000 por año. Ahora, para eso, tengo que pensar que los recursos tienen que salir de algún lugar. Yo voy a cobrar ingresos brutos a las cerealeras. Lo segundo es lo deportivo, darle valor al deporte como eje transformador de la cabeza de los pibes. Y ahí estamos planteando un Ministerio de Deportes, una política de masificación deportiva, una ley de financiamiento y boleto deportivo gratuito. Hay que ponerse de acuerdo para llevarlo a cabo en los próximos diez años gobierne quien gobierne.

P.: El gobernador convocó a todos los precandidatos…

L.B.: El gobernador convocó tarde, no creyó genuinamente en el diálogo cuando empezó la gestión y me da la sensación de que también lo hizo pensando en evitar discutir otros temas en campaña. Es muy difícil convocar a trabajar en el medio de una elección donde todos buscamos diferenciarnos. Parecía que te llamaban para no hablar del tema.

P.: ¿Y lo nacional cómo lo ve?

L.B.: Con expectativas de que las fórmulas de Unión por la Patria generen un proceso que dinamice y que permita contener votos, en un proyecto de país que tenga un programa, un proyecto y un gobierno con una mirada federal. Se tiene que volver a recuperar la idea de que la Argentina es posible con producción y con trabajo. No vamos a ganar elecciones pareciéndonos a ellos. Ellos hablan de terminar con la movilidad social ascendente que nació hace 80 años con Perón. Nosotros tenemos que profundizarla y mejorarla. No es que la educación pública funcione de maravilla, pero tenemos que sostenerla y mejorarla. Lo mismo con la salud, las paritarias y el sistema previsional. La discusión del peronismo es cómo incorporar esas cuatro patas a un programa de gobierno y cómo hacerlas más eficientes.

P.: ¿Cómo analiza el Gobierno de Alberto Fernández?

L.B.: Por debajo de las expectativas que teníamos todos. Tampoco se pude descontextualizar que vivió una pandemia, una guerra, una sequía.

P.: ¿Cómo impacta en su campaña que Agustín Rossi sea precandidato a vicepresidente?

L.B.: Positivamente, porque es un dirigente que conoce el territorio, con mucha capacidad. Es una referencia de nuestro espacio, es un compañero. De todos modos, entiendo que él está cumpliendo un rol que está por encima de la interna de Santa Fe, por lo cual yo no voy a colgarme de la falda de Agustín, como pretendo que ningún dirigente político provincial se cuelgue de la falda de otro dirigente para dirimir una interna.

P.: ¿Cómo ve el futuro de la economía, tanto a nivel provincial como a nivel nacional?

L.B.: Para 2024 nada hace pensar que vayamos a tener una sequía como la de este año, por lo cual la balanza comercial del agro va a estar de vuelta arriba. Vamos a tener una gran matriz energética, nos va a ahorrar dinero en importación de gas y tener otro commodity para exportar. Tenemos litio. Pero a todo eso hay que darle un desarrollo nacional. No se puede seguir pensando que una provincia es dueña el litio y se sienta con la multinacional ajena a lo que pasa en Argentina. A eso hay que dar una atadura en un proyecto de un país donde se agregue valor. También hay que pensar en la deuda interna y ahí empieza la puja por la distribución de ingresos y la inflación. Todo esto con una renegociación con el Fondo. El acuerdo podrá haber sido el mejor posible en ese momento, pero no fue bueno.

P.: ¿Y la economía de la provincia?

L.B.: El valor agregado en el campo es una cuestión a pensar. Por eso es importante el gasoducto, porque la segunda parte llega a Santa Fe. También hay que potenciar la conectividad y salir de la provincia macrocefálica. Digo, todo lo que nos quejamos del imperio de Buenos Aires en Argentina, pero en Santa Fe, lo que no pasa por Rosario o por la ciudad capital, no existe.

Entrevista de Ariel Basile