La medida de fuerza fue ratificada anoche tras vencer la conciliación obligatoria con la que la cartera de Trabajo había logrado frenarla hace casi tres semanas.
La reacción es, en rigor, consecuencia de un reclamo que se inicia en la puja que las provincias mantienen con Nación por el desigual reparto de subisidios al transporte, que favorece mayoritariamente a la zona del AMBA.
Hoy el 85% de esa tajada -denuncian- va al AMBA, y esa menor recepción de recursos complica el anuncio de mejoras salariales a los choferes de las provincias.
Sucede que esos aumentos, según argumentan desde el sector empresario, son posibles merced a subas en el precio del boleto, una posibilidad que golpearía con violencia el bolsillo del ciudadano del interior, que paga hoy valores muy por arriba de lo que se paga en el AMBA. Sin posibilidad para retorcar el precio del boleto, la única opción es, entonces, el aumento de los subisidios, una batalla que, por hora, siguen ganando CABA y Buenos Aires.
“Queremos dejar expresado que responsabilizamos de todas las consecuencias de cualquier medida de acción gremial, a la total negativa a acordar los sueldos de los trabajadores del transporte de pasajeros del interior del país, y a pretender negociar salarios diferentes a los del Área Metropolitana de Buenos Aires”, expresó la UTA a través de un comunicado.
“Ratificamos la medida de acción gremial por 72 horas, retomando la actividad el día del Censo Nacional (18 de mayo) en colaboración a la función desempeñada ese día, en la instancia de feriado nacional, cumplida la cual se reanudará la medida de acción gremial durante los días jueves 19 y viernes 20 del corriente”, precisó el gremio conducido por Roberto Carlos Fernández.
El impacto del paro, que afectará a todos los servicios de corta y media distancia, llevó incluso a que muchos gobernadores buscaran, sin éxito, interceder hasta última hora de hoy ante las delegaciones locales de la UTA para frenar la medida que fue ratificada por la dirigencia nacional.
Sí hubo acuerdo, en cambio, para retomar las actividades de manera excepcional el miércoles, para facilitar el traslado de los censistas.